Participación récord en la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático
Delegados en el World Conference Center de Bonn durante los SB60. Foto de 10 Billion Solutions/Mariana Castaño Cano
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (SB60), celebrada este mes en Bonn (Alemania), vio un aumento de la participación insólita, con más de 8.600 participantes inscritos según las cifras de la CMNUCC.
En el contexto de este récord de asistencia, la conferencia se clausuró con una falta de acuerdo sustancial entre los países sobre cuestiones críticas, poniendo de manifiesto la desconexión entre la preocupación mundial por la crisis climática y la respuesta intergubernamental.
Preocupación mundial sin precedentes
Una nueva encuesta mundial realizada por el PNUD y la Universidad de Oxford evidencia esta preocupación. La encuesta, en la que participaron 75.000 personas de 77 países, reveló que el 80% de los encuestados quiere que sus gobiernos aumenten los esfuerzos para combatir el calentamiento global. Esta demanda de una acción climática más ambiciosa es especialmente pronunciada en los países más pobres, con un 89% a favor, frente al 76% en las naciones ricas del G20. Los principales emisores, como China y Estados Unidos, también contaron con una mayoría de encuestados a favor de una mayor acción climática, con un 73% y un 66% a favor respectivamente.
Asimismo, la encuesta reveló que la preocupación por el cambio climático va en aumento: el 56% de los encuestados piensa en el cambio climático al menos una vez a la semana, y más de la mitad (53%) declara experimentar mayor ansiedad climática respecto al año anterior. Países como Fiyi, Afganistán y Turquía registraron los mayores aumentos de ansiedad por el clima, mientras que Arabia Saudí y Rusia mostraron los menores incrementos.
Récord de participantes en la conferencia
De vuelta a la tranquila ciudad alemana a la rivera del Rin, la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático se clausuró el 13 de junio con una falta de acuerdo sustancial entre los países sobre cuestiones críticas como la reducción de emisiones o el aumento de la financiación para el clima, lo que pone de manifiesto la desconexión entre la preocupación mundial por la crisis climática y la respuesta intergubernamental.
Todo esto bajo la mirada de un número récord de delegados. El siguiente gráfico muestra el aumento del número de participantes en la conferencia de Bonn en los últimos cinco años (en 2020 la conferencia no pudo celebrarse debido a la pandemia de COVID).
Gráfico: 10 Billion Solutions con datos de la CMNUCC
¿Por qué es importante esta conferencia?
Los SBs (del inglés, Subsidiary Bodies en referencia a los Órganos Subsidiarios de la CMNUCC que se reúnen en estas conferencias) se celebran todos los años, en mayo o junio, para preparar el terreno para las decisiones de la Conferencia de las Partes (COP). Esta cumbre sobre el clima, de mayor relevancia, se celebra anualmente en noviembre o diciembre desde 1995.
Mientras que los SBs se celebran en Bonn (ciudad sede de la secretaría de Cambio Climático de la ONU), las COP tienen lugar en un país anfitrión por rotación regional.
A pesar de ser reuniones muy técnicas, los SBs están alcanzando la dimensión de una "mini" COP de la era anterior a París, con la asistencia de un mayor número de delegados de países, observadores de ONG, subnacionales, empresas y prensa.
¿Quién asiste a los SBs?
Fuente: CMNUCC
Desde la adopción del Acuerdo de París en 2015, con una multiplicación de los impactos climáticos y con la ciencia pidiendo a gritos una acción urgente, cada vez más personas en todo el mundo están preocupadas por la falta de progreso político y el fracaso de una acelerada reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Este gráfico muestra el acusado aumento de la participación en las COP anuales.
Fuente: UNFCCC
Avances lentos y decepción patente
La Conferencia de Bonn estuvo marcada por la falta de avances, especialmente en el Programa de Trabajo sobre Ambición de Mitigación e Implementación (MWP por sus siglas en inglés), cuyo mandato es "aumentar urgentemente la ambición e implementación en mitigación en esta crítica década de una manera que complemente el balance mundial". Es decir, cómo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para cumplir el Acuerdo de París y limitar el aumento de la temperatura media global por debajo de los 2 grados centígrados y lo más cerca posible de los 1,5 grados, un límite que salvaría millones de vidas y medios de subsistencia.
Muchos países expresaron su frustración durante la sesión de clausura por no haber avanzado en los debates sobre este programa clave destinado a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. A pesar del acuerdo multilateral alcanzado en la COP28, celebrada en Dubai en noviembre, para "abandonar" los combustibles fósiles en los sistemas energéticos, la reunión de Bonn no abordó esta cuestión. "La mitigación no debe ser un tema tabú", declaró el negociador suizo, según informa Climate Home News.
Incluso el Secretario Ejecutivo de la CMNUCC, Simon Stiell, calificó de "modestos" los avances logrados en Bonn, advirtiendo del peligro de toparnos con "una montaña muy empinada de escalar" para alcanzar resultados ambiciosos en la próxima COP29 de Azerbaiyán. La falta de consenso sobre el programa de trabajo de mitigación (MWP, Mitigation Work Programme) se consideró un importante revés, y los países desarrollados y en desarrollo se culparon mutuamente del estancamiento. La Alianza de los Pequeños Estados Insulares (AOSIS por sus siglas en inglés), representada por la negociadora principal de Samoa, Anne Rasmussen, subrayó el carácter crítico de estos fracasos, afirmando que el mundo no puede permitirse tales obstáculos en la lucha contra el cambio climático.
LO QUE OCURRIÓ Y LO QUE NO OCURRIÓ
Financiación
Otra cuestión importante en el SB60 fue la imposibilidad de lograr avances significativos en financiación climática. Los países en desarrollo, especialmente los africanos y árabes, expresaron su profunda insatisfacción por la falta de compromisos claros por parte de los países desarrollados respecto al objetivo de financiación climática para después de 2025. La urgencia de abordar la financiación climática es fundamental para ayudar a los países más vulnerables a sus efectos, como los del sur de Asia, que actualmente se enfrentan a fenómenos meteorológicos extremos como ciclones, inundaciones y olas de calor.
Los gobiernos están estancados en un intenso debate sobre la magnitud de los fondos necesarios, con estimaciones que oscilan entre 1 y 1,3 billones de dólares anuales. Las cuestiones fundamentales de quién paga y qué fuentes de financiación deben considerarse complican aún más las negociaciones. A pesar de la urgencia, parece difícil avanzar en este frente, ya que los enviados se enzarzan en un conocido juego de acusaciones mientras eluden las cuestiones primordiales.
Manifestación en Bonn el viernes 7 de junio de 2024. Foto de 10 Billion Solutions/Mariana Castaño Cano
Adaptación
Además, las discusiones sobre el Objetivo Global de Adaptación (GGA) y el Fondo de Pérdidas y Daños siguen estancadas, con los países incapaces de ir más allá de los reconocimientos básicos. Este estancamiento obstaculiza la capacidad de los países más afectados para prepararse y recuperarse eficazmente de los desastres producidos por el cambio climático.
Eliminación progresiva de los combustibles fósiles
La tan anunciada eliminación progresiva de los combustibles fósiles, aclamada como un gran avance en la COP28, se convirtió en un mero susurro en Bonn. Las principales naciones productoras de petróleo parecían decididas a dejar la cuestión a la deriva, bloqueando los esfuerzos por iniciar un diálogo y sugiriendo que la responsabilidad recae en cada país por separado. Esta falta de voluntad colectiva suscita dudas sobre el compromiso de abordar este acuciante reto.
Manifestación en Bonn el viernes 7 de junio de 2024. Foto de 10 Billion Solutions/Mariana Castaño Cano
La prueba de fuego de la presidencia de Azerbaiyán
Como futuro anfitrión de la COP29, Azerbaiyán se enfrenta al escrutinio sobre su compromiso y competencia para dirigir las negociaciones hacia un resultado satisfactorio. Aunque el país ha propuesto iniciativas como un "Fondo Norte-Sur" y "Corredores de Energía Verde", persisten las dudas sobre su eficacia y plan de acción general. Además, existe preocupación por la capacidad de Azerbaiyán para proteger a la sociedad civil y evitar que el sector de los combustibles fósiles coopte las conversaciones.
Fecha límite decisiva para las NDC
En medio de la lentitud de las negociaciones políticas, aumenta la presión para que los países presenten planes climáticos más ambiciosos o Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés) antes de la próxima COP. La fecha límite oficial para su presentación es el 10 de febrero de 2025, pero existe una fuerte presión para que se presenten cuanto antes para demostrar el compromiso y la urgencia en la lucha mundial contra el cambio climático.
Las NDC actuales no son suficientes para cumplir el objetivo del Acuerdo de París de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 °C. Las últimas investigaciones indican que los compromisos actuales podrían conducir a un aumento de la temperatura de entre 2,5 y 2,9 °C. Por lo tanto, el próximo conjunto de NDC debe ser lo suficientemente ambicioso como para salvar esta brecha y alinear las acciones a corto plazo con los objetivos a largo plazo.
A principios de este mes, el Secretario General de la ONU, António Guterres, subrayó la urgencia de este momento. "Necesitamos una vía de escape de la autopista hacia el infierno climático, y la verdad es que tenemos el control del volante. Retirarnos del borde del abismo "todavía es casi posible", continuó. Pero sólo si luchamos más. Todo depende de las decisiones que tomen los líderes políticos durante esta década y "especialmente en los próximos 18 meses", afirmó.
Retos financieros para la CMNUCC
Otra incongruencia palpable entre la urgencia de la crisis y las medidas adoptadas por los gobiernos para abordarla es el hecho de que los países no financian suficientemente la secretaría de la CMNUCC. Con mayor presión para cumplir cada vez más mandatos y organizar conferencias substanciales, se ve bajo fuertes restricciones presupuestarias debido a que algunas Partes no cumplen con sus debidas contribuciones. Esto ha provocado la ausencia de participación virtual y de retransmisión por Internet de las reuniones y eventos de los SBs. La situación presupuestaria actual subraya la necesidad de que todas las Partes cumplan con sus obligaciones financieras y también de que los actores que no son Partes ayuden a financiar actividades primordiales como lo son la comunicación y la sensibilización de la audiencia.
El camino por recorrer
Cartel de la COP29 en la conferencia de Bonn, 7 de junio de 2024. Foto de 10 Billion Solutions/Mariana Castaño Cano
Mientras el mundo mira hacia la COP29, está claro que quedan importantes retos por delante. Las conversaciones de Bonn, aunque aumentaron la transparencia de las acciones climáticas y establecieron normas para un nuevo mercado mundial del carbono, dejaron muchas cuestiones fundamentales sin resolver. El discurso de clausura de Simon Stiell en el SB60 puso en evidencia la necesidad de acelerar los esfuerzos y la importancia de mantener a la evidencia científica como guía en las negociaciones climáticas.
Con la intensificación de la crisis climática y el fallecimiento de personas en todo el mundo; basta leer sobre las dramáticas olas de calor en Arabia Saudí, India, Estados Unidos y el Mediterráneo, la comunidad internacional debe encontrar urgentemente un terreno común para avanzar con determinación en cuestiones clave como la mitigación, la adaptación y la financiación. Sólo a través de una rápida acción colectiva y de la confianza mutua podemos esperar hacer frente a la emergencia climática, evitar muertes, pérdidas y sufrimiento, y mejorar la vida de las personas.
En conclusión, aunque el récord de participación en las conferencias climáticas refleja una creciente preocupación y escrutinio mundial por la acción climática, también subraya la urgente necesidad de negociaciones y resoluciones más eficaces. A medida que nos acercamos a la COP29, es imperativo que la comunidad mundial pase de las palabras a la acción.